Se construye el olvido piedra a piedra


Se construye el olvido piedra a piedra
con los trozos de lástima que sobran
al quebrar los pilares de los sueños.
Con tanta pena honda como traen
nubes de cataclismos en el alma.
Se recorre el olvido cuesta arriba
entre sombras nostálgicas y pasos
de pesadumbre.
Con los ojos cerrados para no
volverse sal.
El olvido se empieza, ya, antes de irse
cuando el inevitable adiós sacude
premoniciones.
Se asoma en la mirada tras un halo
de desidia en las lágrimas.
Entonces las goletas se hacen mar
con la velas al viento
del viaje sin retorno hacia el Dorado
de la añoranza.
Y las espadas siegan los recuerdos
para no embarrancar en su arrecife
y hacer propia la tierra del futuro
y sus tesoros. Porque,
el olvido, no hay duda, se conquista.



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